sábado, 6 de julio de 2013

A fuego lento.



Todo indica que por estos días empiezo a escribir más. 
Terminé por fin de pagar la casa. Tengo todos los servicios a mi nombre! Los inquilinos saben lo que esto significa. Me hice un nuevo D.N.I. con la dirección de mi casa.
Creo que había quedado claro que a la casa hay que hacerle algunos arreglos... por dónde empezar?
La cocina. Lo más importante para mí. No porque sea una gran cocinera. Aunque me doy fama de no hacer nada más que abrir latas, la verdad, si cocino para otros, soy bastante buena. Shhhh... es un secretito que quedará entre nosotros.
Así como de casualidad charlaba con una amiga y aparecí comprando esta casa, así, igual apareció la cocina. Con ella hacía meses que no nos veíamos. Nos charlamos todo! Y en eso le digo: - y ahora voy a hacer la cocina, y cuando la termine, inicio los trámites de adopción.- Esas casualidades... ella estaba refaccionando su cocina y me dio todos los muebles, el horno y el anafe. 
Carpintero mediante, ya está todo listo y el lunes empiezan a trabajar en eso. 
Aún sin gas, pero se va a ver tan bien! Jajaja... y de paso, le sigo dando al delivery!
Y eso es lo que más me gusta de mi futura cocina. Siempre creí que elegir los muebles que a uno le gustan era lo máximo. Pero no, esta cocina ya tiene calor propio, viene con historia. Y con historia de alguien que me quiere y que los va a querer a ustedes.
Supongo que la próxima semana, empiezo a hacer de este blog lo que planeé desde el principio: que sea un relato paso a paso de una adopción en Argentina.
Mientras tanto, sigo mirando para todos lados. Imagino cada rincón con sus cosas. Imagino qué harían en cada lugarcito de esta casa. Y me siento una niña imaginando... y me siento tan bien!