domingo, 19 de noviembre de 2017

Vuele alto...

A pesar de la ansiedad, de la incertidumbre, de las cábalas... decidí hacer lo que me sale del corazón.
Y esta vez no me callo nada. Aunque tampoco es mucho lo que sé ni lo que tengo para contar.
Lo cierto es que mi cabeza y mi corazón no dejan de volar.
En unos días tengo la que será mi primer entrevista por un caso concreto.
Sòlo sueño con el día de la entrevista, de nuestro primer encuentro, de nuestras primeras salidas, de nuestras primeras reacciones, de la sorpresa, del asombro, de nuestros días juntos, de la escuela, del jardín, de la disposición de los ambientes de la casa...sólo en eso...casi nada.
Intenté no ilusionarme, porque es una entrevista, porque entrevistan a varios futuros padres adoptantes, porque puede ser un no. Pero la verdad, no puedo no ilusionarme. Y decidí que voy a descargar toda mi ansiedad en la ilusión. Quizás me haga mal si no es el final que yo espero, pero tengo energía necesaria para que mi ilusión se cumpla.
En estos últimos meses me llamaron ya cinco veces, todas por un niñ@ sol@. Y dije no, y dije: SÓLO UN GRUPO DE HERMANOS. Pero esa mañana fue diferente. Llamaron a la escuela, cuando me avisaron que tenía una llamada, fui totalmente convencida de que ésta, era la última vez.
Cuando atendí estaba  tranquila, con mucha gente a mi alrededor, entre ellos Diego: un nene de segundo que aún no se queda en el salón. Un nene "terrible", demandante, conflictivo... un nene.
Lo primero que me preguntaron fue si estaba con la guarda de algún niño, o en vinculación. Contesté sin pensarlo...ESTOY LISTA PARA RECIBIR ESTE LLAMADO.
Mientras me daba algunos detalles lo miraba a Dieguito, él me sonreía...
Ahora sólo resta tachar los días en el almanaque, y mientras lo hago, veo amigos, hablo mucho, extiendo mis fantasías... con toda la fe de que serán más que eso.