Medio año
en que estamos vinculándonos desde la convivencia. Y si quieren saberlo : la
convivencia con estos tres pimpollos es genial. No somos los Ingalls, somos una
familia común, con peleas, con celos, con apurones, con retos…con algunas cosas
más fuleras que traen de su historia y que no viene al caso detallar. Y esas
cosas fuleras están mermando. Estamos todos trabajando para deconstruir modos
de actuar. Todos: ellos, sus terapeutas, yo, mi terapeuta, las maestras, la
abuela…
Medio año
en que ya estuvieron todos enfermos y se curaron (falta que me enferme yo…y ahí
veremos).
Medio año
de juegos divertidos y de los otros, los que no terminan siendo divertidos
porque yo perdí, perdiste vos, no juego más… y hasta eso lo logramos
sobrellevar con una sonrisa y con muchas palabras.
Medio año
de cambios de clima.(vinieron en verano y ya se acerca el invierno) parece una
pavada, pero no lo es. Ellos vienen de una ciudad con un clima bastante
distinto y hasta a eso se acomodaron.
Medio año
en que dejé de vivir sola, comer cuando tenía hambre y dormir en los horarios
en que se me antojaba. Medio año de rutinas a las que me amoldé
excelentenmente.
Medio año
es lo que la ley estipula tiempo suficiente para “probar” cómo funciona todo y
poder iniciar el juicio de adopción.
Mañana
debería estar iniciando el tramo final de la adopción. Pero no. Los que todo lo
anteponen con la figura “el superior interés del niño”, todavía no se sentaron
a juntar los papeles de cada uno de mis tres hijos y míos para hacer de todo
ello un único expediente que llegue a la ciudad donde están viviendo desde hace
6 meses.
Sin
Asignación Universal por Hijo, sin salario famaliar, sin ayuda escolar, sin el
subsidio único por adopción que da mi empleador y otro que da mi sindicato… SIN
NADA.
Así
estamos: NO CONFUNDIR… acá no es cuestión de burocaracia. Simplemente así se
trabaja en algunos ámbitos de la justicia argentina. Los jueces, los empleados
del juzgado, el defensor de menores de estos tres nenes…. Todos se olvidaron de
ellos.
Hace 6
meses el Estado se sacó de encima la manutención de niños, ya no les cuesta ni
un peso. Acá, una maestra jubilada está haciendo eso por ellos, a pulmón sin
que les falte nada. Y no hablo de un plato de comida, hablo de comida SANA
todos los días, hablo de vestimenta, hablo de útiles escolares, hablo de
transporte, hablo de médicos a domicilio, hablo de zapatos ortopédicos, de
tratamientos psicólogicos, de seguimiento de tratamientos médicos de visión, hablo
de beneficios para ellos, hablo de herencia material si a mí me pasa algo, hablo
de…
DEL
SUPERIOR INTERÉS DEL NIÑO.