Cuando
llegó a esta ciudad bastaron 2 paseos para que supiera que "si vamos derecho
para allá llegamos a casa".
Tomamos
un colectivo para ir a terapia y al volver pasamos por la misma parada del
colectivo: "dimos toda una vuelta".
A la
semana de vivir aquí, se para en una esquina y dice: “si vamos para allá
llegamos a la plaza y si cruzamos la plaza para allá, está el pelotero.”
A los
3 meses empezaron las clases. Siempre caminamos las 8 cuadras por las mismas
calles. Iba aprendiéndose los nombres de las que nos cruzaban… semanas
repitiendo: “Mariano Moreno, Entre Ríos, Santa Fe y a la vueltita está la
escuela. “
Una
tarde los retiró otra persona y los trajo caminando a casa. Hubo una rabieta
importante porque no fueron por el mismo lugar de todos los días.
Después
de las vacaciones de invierno, sugirió ir cada día por un camino distinto. Y así
estamos, eligiendo dónde doblar, dónde cruzar… cómo seguir.
Hace
unos dos meses empezó a decir cada mañana: “hoy es martes, ayer fue lunes, mañana
es miércoles. “Esto se empezó a ampliar: “ya pasó julio, estamos en agosto,
falta poco para septiembre”. “Son las 15hs, da una vuelta entera (la aguja
larga) y son las 16hs”.” Es de mañana pero en un ratito se hace el mediodía”. “Este
domingo no, el otro, es mi fiesta de cumpleaños.”
En
la escuela están trabajando relaciones numéricas por estos días. Todo lo asocia
al doble, a la mitad. Basta que alguien diga un número, por ejemplo 40, y
remata…. “y 10 más son 50”. Nos encontramos con unas personas por la calle y yo
exclamo: qué grande está tu hija!, me responden: tiene casi 18 años. Con toda
la concentración puesta en su latita de gaseosa, agrega: “Tiene 17! “.
Se
va la asistente social de casa luego de hacer el informe socio ambiental, y les
explico que ahora sí tienen que ir pensando cómo quieren llamarse, que lo
piensen bien, que su nombre y apellido los va a acompañar toda su vida.
“Ya
lo decidí. Me quiero llamar López- Pérez. Quiero tener un poquito de mi mamá de
antes y un poquito de mi mamá de ahora”.
Nostalgia de ese tiempo en que los esperaba.
Nostalgia de esa época de mi vida
que no va a volver.
Nostalgia al leer lo escrito hace 9 años “si logro darle identidad,
heredará mi sonrisa”.