lunes, 30 de julio de 2018

Nuestro lugar


Surgió el primer miedo…cambiar de ciudad.
Esta semana llevo fotos de “este” lugar.
La vereda de casa que nos invita a entrar…y también a salir.
El almacén donde compro todos los días y venden las empanadas más ricas que existen.
La escuela que queda a dos cuadras, que aunque no lo diga, será la de ellos.
La heladería de “acá a la vuelta”, con sus sillas y mesas para pasar algunas tardes de verano.
La plaza para correr, la calesita para ganar la sortija, los juegos, los árboles.
El Mac Donald y el Burguer King donde también te dan una cajita feliz.
La estación del tren que nos llevará a pasear  por otros lugares.
Porque tu lugar y mi lugar va a seguir estando aquí y allá, desde donde nos esperamos tanto.

sábado, 28 de julio de 2018

PARA SIEMPRE...para toda la vida.


Jugabamos los cuatro con unos globos largos que había llevado.
Jugábamos tranquilos hasta que alguno quiso el globo del otro y el otro el del otro. Cada uno se apropió de su globo y no quería soltarlo.
Se abre la puerta y llegan Facundo (4) y Carolina (2)….vienen a despedirse, ellos se van para siempre.
Los dos chicos más grandes los abrazan, uno le dice a Facundo:¨_que te vaya bien_”. Y otro le da su preciado tesoro, su globo.
Es que Facundo y Carolina ya tienen familia.


Salimos al patio a jugar un rato bajo el sol después de tantos días de lluvia.
Aparece Alejo, de unos 5 años con unos faroles negros, profundos, intensos, coronados por unas pestañas extensas…. Y comienza un diálogo simple y complicado a la vez.
_Vos quién sos?_.
_Yo estoy en una visita_.
_Vas a ser la mamá de ellos?_.
_Estamos viendo eso_.
_A mí también me van a conseguir una mamá_.
_Te vienen a visitar?_.
_No, todavía no, pero algún día me van a venir a visitar y voy a tener una mamá como vos_.

Convención sobre los derechos del niño.
“Derecho del niño a vivir en una familia”.


sábado, 21 de julio de 2018

8 años después...EL ENCUENTRO TAN ESPERADO.


Después de 3 entrevistas con la psicóloga y la asistente social del hogar, llegó el día…en realidad yo iba preparada para otra entrevista más.
Las primeras entrevistas se trataron de mí. De mi vida, de mi pasado, de mi presente, de mi familia, de mi gente.
Esta vez fui dispuesta a preguntar y así fue. Pregunté algunos detalles del pasado de los chicos y algunas dudas que tenía del presente y sus vidas en el hogar.
Después me contaron que habían hablado con los chicos, les habían explicado que me iban a conocer, quién era yo y para qué iba.
Me ofrecieron conocerlos por foto y la verdad, hoy no recuerdo las fotos que ví. Conversamos un rato más y me preguntaron si estaba dispuesta a conocerlos o quería seguir pensándolo.
Mi respuesta fue YA!!!!
Fueron dos o tres minutos después en que se abrió la puerta… hubo una carrera de los dos más chiquitos…corrieron a mis brazos, como si nos conociéramos desde siempre… igual que lo que escribí hace 8 años (casualmente la edad de la nena mayor)… como si desde entonces nos estuviéramos esperando…todos.
En seguida sacaron los juegos que hay en el lugar y jugamos largo rato mientras charlábamos y cada uno se dio a conocer a su manera. Estuvimos todo el tiempo acompañados por la psicóloga y la asistente social.
La chiquita quiso hacerme un dibujito: un corazón de muchos colores. Puso su nombre, el de su hermana mayor y pidió ayuda para escribir el de su hermano que es más largo. Finalmente me pidió que escriba mi nombre. Y aquí está, guardado para siempre entre mis tesoros más preciados.
Al día siguiente volví y….simplemente jugué durante casi dos horas.
Esta vez estuvo sólo  la psicóloga que paulatinamente se fue apartando del lugar hasta dejarnos solos.
Todo el tiempo jugando, sin ninguna regla, sin pensar en el tiempo y queriendo que eso que estaba viviendo no termine jamás.
Cuando nos despedimos con la promesa de volver a la semana siguiente, me quedé sola con la psicóloga. Conversamos un poco de cómo me había sentido y si quería seguir con esto…. ¿La respuesta? No, ni la escribo, ya la saben.