miércoles, 9 de noviembre de 2022

Para abrazar a mis hijos.

 

Preámbulo de las instrucciones para abrazar a mis hijos.

Un abrazo es un rozar muy leve de dos cuerpos que intentan abarcarse el uno al otro. Si al suceder el abrazo ambos cuerpos experimentaran que su peso desciende rápidamente, la fusión se ha logrado.

Si usted está pensando, o al menos imaginando, abrazar a mis hijos, debe tener en cuenta algunas cuestiones.

Ante todo, pásese alcohol en gel en todas las zonas de su cuerpo que llegaran a acercarse a ellos , porque no se han pescado ningún virus y quiero, y necesito, que continúen así de sanos.

Si hoy tuvo un mal día DEBE abrazarlos, pero tenga la precaución de no contagiarle ese virus.

Ajuste sutilmente su mirada para poder observar-y observarse-lo que sucede en sí mismo y en todo su alrededor. Quizás sienta  una lluvia repentina o un rayo de sol lo atraviese de pies a cabeza. No se asuste.

No venga con un plan. Ellos son niños y no entienden las estrategias del sentir.

Bajo ningún punto de vista intente “caerles bien”. Eso nunca funciona.

Y por último, si siente cosquillas en los pies, como si estuviera pisando el mar por primera vez después de un año, zapatee sin pudor y déjese llevar: usted ha llegado a destino.

Instrucciones para abrazar a S.

Si bien abrazar a alguien puede resultar una tarea sencilla a simple vista, abrazarla a ella, aparentemente, también lo es.

Acérquese suave o fuertemente, ella lo recibirá de la misma manera que usted la aborde.

Quizás sienta que luego de estrecharse mutuamente, ella le acariciará levemente la espalda. Eso lo hará sentirse de manera especial, hasta muy querido e incluso, único. Pues no se alegre tanto: se lo hace a todos por igual.

Tómese unos segundos para intentar descifrar qué le está transmitiendo ella a usted: si no lo descubre no se preocupe, tampoco es el único.

Quisiera que entienda que ella, como todo en su vida, intentará por todos los medios que sea usted el complacido, el que se sienta querido, especial y comprendido.

Si pasados todos estos pasos aún no descubre lo que ella necesita, lo que quiere transmitir y encima, se muere de bronca, siga de largo: es mucho más complicado que un roce.

 

Instrucciones para abrazar a C.

Para abrazar a C. no hay que hacer prácticamente nada. En cuanto él vea su intención de abrazarlo, solito correrá a su encuentro y se le prenderá como un koala cachorro.

Tenga presente que él abraza con fuerza, por lo tanto deberá ser usted capaz de soportar hasta el crujir de sus huesos.

Sostenga el abrazo hasta que él lo de por finalizado, nunca se sabe cuánto lo necesita.

Inmediatamente después buscará su mirada y la expresión de su cara. Tenga a bien sonreírle de manera amigable, recuerde que es un niño herido.

Emita firmemente algún saludo cordial acompañado de una sonrisa, si es posible.

Repita su intención de abrazarlo otra vez, comprobará que ahora no es tan brusco. Palmee suavemente su espalda mientras sus brazos estén entrelazados.

Una vez finalizado vuelva a buscar la expresión de su cara y correspóndasela.

Luego, preste mucha atención a su mirada y podrá leer claramente: no me falles, no otra vez.

 

Instrucciones para abrazar a A.

Ardua tarea!

Imagínese un colibrí saboreando un capullo. Vio qué medidos son sus movimientos? Vio cómo estudia los distintos ángulos hasta encontrar el preciso? Esa es A. No lo aceptará al primer intento.

Entonces, no haga nada para conquistarla, no le hable como si fuera una niñita tonta, no la halague. Simplemente sea lo más genuino que pueda.

Ella estudiará cada uno de sus gestos, analizará cada una de sus frases, observará todos sus movimientos y quizás, en poco tiempo, esté dispuesta a abrazar.

Llegado ese momento, descienda usted a su altura, mire sus ojos hasta encontrar su miedo y extienda sus brazos.

Cuando el abrazo se produzca, note que usted rodea todo su cuerpo mientras que ella apenas llega a sus omóplatos.

Recuerda a ese colibrí que después de tantear el terreno se entrega al manjar?

Allí la tiene: disfrútela.


sábado, 17 de septiembre de 2022

Cambiar de identidad

 

Finalmente terminó el juicio de adopción. Sólo queda esperar unos días más a que lleguen las partidas de nacimiento rectificadas y, con eso, hacer los nuevos documentos de identidad.

Suena como un simple, o no tanto, trámite.

Pero en los niños, no es un trámite más.

En principio surgió la duda, si ahora que tengo oficialmente el título de madre, podría dejarlos abandonados en un hogar. Junto a eso, una necesidad de estar conmigo siempre, todo el tiempo, pegaditos como los canguros. Recordándome y diciéndomelo a cada rato cuánto me aman.

Pero también pasó lo otro, lo difícil. Caer en la cuenta de que ya no son más hijos de sus padres biológicos. Y con ello, darse cuenta de que pasó mucho tiempo y no hubo ningún intento por recuperarlos, ni hicieron los cambios necesarios para conservarlos.

Aparecen recuerdos que estaban muy guardados: son escenas sueltas llenas de dolor. Y ese dolor inunda la casa, se esconde en la cama, se llora en soledad.

Hace más de 12 años escribí que si lograba darles la identidad de HIJOS ellos heredarían mi sonrisa. No sabía en ese momento que con la identidad de ser MIS HIJOS, también podrían venir muchas lágrimas.

Creo que nadie que haya conservado su identidad desde el día en que nació, incluyéndome, puede imaginar lo que es cambiarla en algún momento de su vida.

Lo cierto es que en unos días más serán casi casi, los mismos niños de siempre pero con la raíz cortada de cuajo, y dicho así, es un poco imaginable el dolor que trae.

Mi peque me trae su sellito con su nombre y apellido actual, ese que usa para ponerle el nombre a las hojas de carpeta: cuando lo cambie le puedo poner un dibujito de corazón también?


 

jueves, 2 de junio de 2022

ANA, mi boleto capicúa.


 

Parte 1

 

Son tres personalidades muy distintas y bien definidas, sin embargo todo lo piensan de a tres. Funcionan como un equipo en casi todo.

Se acerca el día de la audiencia final, donde tendrán que decirle a la jueza cómo quieren que sea su nueva identidad.

Una quiere conservar sus dos nombres y tener el apellido adoptivo, “porque no quiero tener nada que ver con lo anterior”. Otra quiere conservar sus dos nombres y tener los dos apellidos, “porque los dos forman parte de mi historia”, y él quiere sacarse el primer nombre que no usa y tener los dos apellidos, “porque quiero ser bien diferente a mi papá”.

Tardé en decirles que se acercaba el día, pero parecía que lo intuían. Volvieron a aparecer los sueños feos y tristes. Pueden recordar vivencias que tuvieron aquí, en su nuevo lugarcito en el mundo. Pero sobre todo, la peke empezó a escribir por todos lados, con todo tipo de letras y con diferentes lapiceras, los nombres que tendrán muy pronto.

Cuando les dije que ya llegó el día de la última audiencia y les expliqué todos los pasos posteriores, se entusiasmaron mucho en tener que hacer de nuevo el DNI. Las nenas ya tienen planeada qué ropa se van a poner para salir lindas en la foto y lo más atractivo: firmar en ese aparato que parece de tarjeta de crédito.

Él está preocupado porque tiene que inventar una firma que se acuerde cuando tenga que firmar contratos. La mayor ya tiene su firma, y la menor sabe que va a escribirlo en cursiva y bien simple.

Y yo, yo no puedo estar más feliz. Se terminan también mis pesadillas en donde los perdía por la calle como quien pierde un boleto capicúa guardado desde siempre.

 

Parte 2 (cinco días después),


 

La pesadilla de la semana: teníamos que firmar miles de millones de papeles y si no los firmábamos volvíamos al hogar.

Hoy amaneció con nosotros un pichoncito perdido. Mi muchachito fue el primero que lo vio en la cocina, escondido detrás de un mueble. _Lo vi volar bajito, mami_.

Mientras desayunábamos se apuró a tomar su té para hacer todos los papeles de la adopción. En una libretita celeste anotó a Pepe Mi Apellido Juárez como su hijo siendo las hermanas sus tías, yo su abuela y mi madre su bisabuela. Un pajarito con bisabuela! Teníamos que firmar todos, pero ya se nos hacía tarde, así que lo dejamos para después.

Llegamos al juzgado muy ansiosos, pero él lo único que quería era volver a casa para ver si Pepe había decidido quedarse con nosotros.

Hablaron un rato largo con la jueza y por supuesto, él le contó todo acerca de nuestro nuevo integrante. Nos fuimos, entre saltos y más saltos, a almorzar fuerte y a jugar un rato en la plaza (mi niña mayor, ya no juega. Los empuja en la hamaca nada más).

Ahora sólo queda esperar que la jueza dicte la sentencia dentro de los próximos días. Luego quedan algunos trámites más y ya estaría terminado todo el proceso. Y Pepe decidió llamarse sólo Juárez y volar alto esta vez…

domingo, 24 de abril de 2022

Desde que era chiquitita


 

Cuando tenía 5 años me dijo: “sabés desde cuándo te esperaba? Desde que era chiquitita”. Hace unos días me preguntó si podía pasar que vuelva a un hogar y le busquen otra mamá. Le aseguré que no. igual volvieron las pesadillas, que nos separan, que este gran deseo de vivir aquí juntos, no se cumple.

Cada día de su vida lo vive la máximo, como si no pudiera guardar nada para mañana. Está contenta con sus dientes nuevos que asoman muy despacio. Sólo quiere hacer slime y enchastrarse las manos con todo. Sabe las tablas y emplea estrategias matemáticas bastante complejas. Prepara sus outfin para cada ocasión. No le gusta el color rosa ni atarse el pelo. Ama con todas sus fuerzas a sus amigos. 

Es imposible, con esta descripción, adivinar su edad. Tiene los años que  tiene el amor más puro del universo. Pero  todavía duda.

Cumple 9 hoy, sí. Pero desde que era chiquitita le prometieron una familia. Hace tres años y medio aparecí yo para sumarme a esa promesa. Sin embargo, todavía no lo somos legalmente. (quien quiera llamarlo burocracia, que lo haga, ya no se lo cuestiono).

Hoy no deseo que sea feliz, porque ya lo es. No le prometo estar a su lado siempre, porque lo sabe. No deseo que se le cumplan todos sus deseos, porque sin deseos la vida sería aburrida. Sólo espero que pronto esté segura de que éste es su lugarcito para siempre, para toda la vida.

Chin chin! Hoy brindo por ella y su eterna sonrisa a pesar de la in-justicia.

 

lunes, 3 de enero de 2022

A dónde vas? quédate hasta el alba.


Antes, hace mucho, en otra época, cuando íbamos a la escuela sin barbijo, había un poco de desborde en el camino. Probé siendo muy estricta con las reglas para andar juntos caminando por la calle. Y resultó: creo que durante una semana, resultó.

Intenté otras maneras que ya ni recuerdo, pero de lo que estoy segura es de la tensión que me producía a mí.

Pensé en qué me calmaba para ver si con ellos funcionaba y empezamos a cantar. Elegí temas de mi adolescencia: sui Generis, Moris, Spineta, Silvio…y así anduvimos tranquilos..

Las dos canciones que más les gustaban eran El oso y Muchacha ojos de papel, sobre todo eso de te robaré un color.

Antes, hace mucho, en otra época, cuando íbamos a la escuela sin barbijo, estábamos construyendo la definición de NOSTALGIA. Todo eran recuerdos del pasado: la vida con su familia y la vida en el hogar. Se extrañaban momentos agradables y tal vez reconfortantes.

Hoy tenemos a una niña que empieza la secundaria. Ya no iremos los cuatro juntos a la escuela, el camino será diferente y nada será como era.

Por estos días nos vuelven a desbordar las noches y la hora de irse a dormir. Como antes, cuando no usábamos barbijo y estábamos conociéndonos. Volví a dormir con ellos poniendo música suavecita.

Y anoche sonó aquello de te robaré un color y ella saltó de la cama ME ACORDÉ DE CUANDO ÍBAMOS A LA ESCUELA, ESTOY LLORANDO AVISO.

Y saber que nuevas nostalgias surgieron me reconforta porque soy parte de ellas.

Alguna vez te agradecí que me hayas adoptado? Yo quise ser madre y vos cumpliste mi deseo.

Al fin de cuentas siempre se extrañan otras épocas y aún así sigue siendo difícil describir la nostalgia.