Esta soy yo.
Según mis cálculos con 1 año y 3 meses, en la playa, ahí está el mar. Siempre
el mar.
Seguramente
tenía palita, baldecito, juguetes….pero no, la gorda quería jugar con este
tronco enorme, pesado, casi imposible de levantar.
Sin
elegirlo, siempre elegí los caminos más difíciles, como Caperucita que eligió
el camino donde estaba el lobo.
Debe ser
por el movimiento constante que tuve, aunque a la edad que tenía en esta foto
mi vida era bastante apacible.
Reconozco
que a veces sí lo elegí. Por ejemplo: viviendo a 20 cuadras de una Universidad,
me fui a estudiar a otra que quedaba a casi dos horas en colectivo desde mi
casa. Es que tenía el dato de esa, de la gente que trabajaba ahí, y sobre
todos, de la gente que estudiaba ahí. Eso quería para mí, no lo cómodo, lo mío.
Ese es sólo
un ejemplo. Ahora también elegí ser madre de una de las maneras más difíciles:
adoptando. Soltera, en una ciudad lejana para mí (500km) pero con el mismo
fondo de la foto: EL MAR.
Elegí
viajar semana tras semana hasta allí. Estuve de acuerdo en que la vinculación
durara 6 meses.
Y así es mi
vida ahora. De micro en micro, de calle en calle. Teniendo una vida acá y otra
allá.
Tengo tres
sonrisas que me esperan cada semana. Tengo tres corazones que me reclaman. Nada
va empañar esto porque eligiendo los caminos difíciles, por mucho que lo sean, todo
me salió siempre bien.
Esta vez no
será diferente. Como dije hace un tiempo: cuando la situación se complica…ME
GUSTA MÁS. Tendré que hacer mucha fuerza, tanta como para levantar ese tronco.