viernes, 23 de octubre de 2020

La identidad es un derecho irrenunciable.

 

En la noche del día de la identidad, nos fuimos a dormir pero una hora después hubo uno de esos sobresaltos que duelen en el alma.

“Unas personas malas” nos separaban, le disparaban a mamá y nos llevaban a cada uno a una familia distinta. Pipo y Reina (nuestros perritos) mordían a esas personas pero les disparaban. Estábamos muy tristes porque nos llevaban a vivir a otro lugar y nos cambiaban el nombre a todos.

Para la mayoría conocer-se es fácil y agradable, otros deben trabajar mucho para recoger los pedazos y volver a armarse.

Y están los que no pueden saber quiénes son.

La identidad es un derecho irrenunciable.

Aún muchos argentinos necesitan conocer su historia desde la verdad.