Parte 1
Son tres personalidades muy
distintas y bien definidas, sin embargo todo lo piensan de a tres. Funcionan como
un equipo en casi todo.
Se acerca el día de la
audiencia final, donde tendrán que decirle a la jueza cómo quieren que sea su
nueva identidad.
Una quiere conservar sus dos
nombres y tener el apellido adoptivo, “porque no quiero tener nada que ver con
lo anterior”. Otra quiere conservar sus dos nombres y tener los dos apellidos, “porque
los dos forman parte de mi historia”, y él quiere sacarse el primer nombre que
no usa y tener los dos apellidos, “porque quiero ser bien diferente a mi papá”.
Tardé en decirles que se
acercaba el día, pero parecía que lo intuían. Volvieron a aparecer los sueños
feos y tristes. Pueden recordar vivencias que tuvieron aquí, en su nuevo
lugarcito en el mundo. Pero sobre todo, la peke empezó a escribir por todos
lados, con todo tipo de letras y con diferentes lapiceras, los nombres que
tendrán muy pronto.
Cuando les dije que ya llegó
el día de la última audiencia y les expliqué todos los pasos posteriores, se
entusiasmaron mucho en tener que hacer de nuevo el DNI. Las nenas ya tienen
planeada qué ropa se van a poner para salir lindas en la foto y lo más
atractivo: firmar en ese aparato que parece de tarjeta de crédito.
Él está preocupado porque
tiene que inventar una firma que se acuerde cuando tenga que firmar contratos. La
mayor ya tiene su firma, y la menor sabe que va a escribirlo en cursiva y bien
simple.
Y yo, yo no puedo estar más
feliz. Se terminan también mis pesadillas en donde los perdía por la calle como
quien pierde un boleto capicúa guardado desde siempre.
Parte 2 (cinco días después),
La pesadilla de la semana:
teníamos que firmar miles de millones de papeles y si no los firmábamos
volvíamos al hogar.
Hoy amaneció con nosotros un
pichoncito perdido. Mi muchachito fue el primero que lo vio en la cocina,
escondido detrás de un mueble. _Lo vi volar bajito, mami_.
Mientras desayunábamos se
apuró a tomar su té para hacer todos los papeles de la adopción. En una
libretita celeste anotó a Pepe Mi Apellido Juárez como su hijo siendo las
hermanas sus tías, yo su abuela y mi madre su bisabuela. Un pajarito con
bisabuela! Teníamos que firmar todos, pero ya se nos hacía tarde, así que lo
dejamos para después.
Llegamos al juzgado muy
ansiosos, pero él lo único que quería era volver a casa para ver si Pepe había
decidido quedarse con nosotros.
Hablaron un rato largo con la
jueza y por supuesto, él le contó todo acerca de nuestro nuevo integrante. Nos fuimos,
entre saltos y más saltos, a almorzar fuerte y a jugar un rato en la plaza (mi
niña mayor, ya no juega. Los empuja en la hamaca nada más).
Ahora sólo queda esperar que
la jueza dicte la sentencia dentro de los próximos días. Luego quedan algunos
trámites más y ya estaría terminado todo el proceso. Y Pepe decidió llamarse
sólo Juárez y volar alto esta vez…