Con una redecilla para tapar
las frutas, la peke inventó una historia
larguísima, llena de personajes, conflictos, resoluciones y algún que otro gags
cómico, mientras esperaban que se termine de hacer la cena de Nochebuena.
El calor nos mantuvo juntos en
el ambiente que hay aire acondicionado. Estábamos con la abuela y la prima. Todos
muy divertidos.
Cuando cenábamos aparecieron
los monstruos mutantes: todos, absolutamente todos, tenían genes de animales de
tierra con otros con genes de animales de mar (no simplemente acuáticos:
acuáticos de mar). Como aún la fantasía y la realidad están un poco confusas,
se sugirió idear una película que más adelante creará la prima, financiada por
la madre y la abuela jubiladas. Con el dinero ganado en esa película ya podrá
comprarse la play station.
La cena fue con un mínimo
grado de ansiedad por parte de la mayor que ya conoce todos los trucos
navideños, pero intentaba adivinarlos.
Esta navidad papá Noel trajo
exactamente lo que querían, no porque haya leído bien las cartas, de hecho, no
escribieron carta, esperaron a que papá Noel los sorprendiese. Tampoco por
haberse portado bien todo el año, ni el último mes, acá sabemos que las
cuestiones mágicas, y sobre todo si tienen alguna relación con Dios, no toman
represalias con los niños.
Esta vez papá Noel ya los
conocía mejor y sabía exactamente qué le gustaba a cada uno. Tuvo cierta duda
con el regalo final: un dije con una corazón para cada uno de los chicos y los
grandes. La duda era si el varón lo iba a aceptar porque, aparentemente, los
collares son cosa de mujeres. Pidió que le saquen una foto con el collar y se
las mande a todos sus conocidos, dijo que nunca en la vida se lo iba a sacar.
Es que aún no tenemos todos el
mismo apellido pero compartimos el mismo corazón.
Los miro y no lo creo. Varias veces
me pasa que me pregunto si de verdad todo esto está pasando.
No hubo ni una sola mención a
su ciudad natal ni a su pasado ni a la gente.
Se los ve tan bien, tan
felices, tan fuertes, tan seguros!!!! Y recuerdo en la segunda evaluación que
me hicieron cuando me llamaron para
decirme que no vaya, que no era conveniente ni siquiera empezar la vinculación
porque los chicos no iban a querer mudarse tan lejos, porque habían establecido
vínculos muy fuertes en sus años de institucionalización, porque necesitaban
una figura paterna y porque el
tratamiento psicológico que estaba haciendo uno de ellos no podía cortarse y
empezar de nuevo con otro profesional. Y aquí estamos, jugando y pienso… en
cuántas otras cuestiones pudo haberse cambiado la vida de otras personas que no
dejan de extrañar.
Es cierto, cuántos corazones deben estar esperando un vínculo que quizá no era necesario que se planee tanto!!!!!!!!!
ResponderEliminarSeguramente...
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