miércoles, 25 de diciembre de 2019

Buena noche Nochebuena....


Con una redecilla para tapar las  frutas, la peke inventó una historia larguísima, llena de personajes, conflictos, resoluciones y algún que otro gags cómico, mientras esperaban que se termine de hacer la cena de Nochebuena.
El calor nos mantuvo juntos en el ambiente que hay aire acondicionado. Estábamos con la abuela y la prima. Todos muy divertidos.
Cuando cenábamos aparecieron los monstruos mutantes: todos, absolutamente todos, tenían genes de animales de tierra con otros con genes de animales de mar (no simplemente acuáticos: acuáticos de mar). Como aún la fantasía y la realidad están un poco confusas, se sugirió idear una película que más adelante creará la prima, financiada por la madre y la abuela jubiladas. Con el dinero ganado en esa película ya podrá comprarse la play station.
La cena fue con un mínimo grado de ansiedad por parte de la mayor que ya conoce todos los trucos navideños, pero intentaba adivinarlos.
Esta navidad papá Noel trajo exactamente lo que querían, no porque haya leído bien las cartas, de hecho, no escribieron carta, esperaron a que papá Noel los sorprendiese. Tampoco por haberse portado bien todo el año, ni el último mes, acá sabemos que las cuestiones mágicas, y sobre todo si tienen alguna relación con Dios, no toman represalias con los niños.
Esta vez papá Noel ya los conocía mejor y sabía exactamente qué le gustaba a cada uno. Tuvo cierta duda con el regalo final: un dije con una corazón para cada uno de los chicos y los grandes. La duda era si el varón lo iba a aceptar porque, aparentemente, los collares son cosa de mujeres. Pidió que le saquen una foto con el collar y se las mande a todos sus conocidos, dijo que nunca en la vida se lo iba a sacar.
Es que aún no tenemos todos el mismo apellido pero compartimos el mismo corazón.
Los miro y no lo creo. Varias veces me pasa que me pregunto si de verdad todo esto está pasando.
No hubo ni una sola mención a su ciudad natal ni a su pasado ni a la gente.
Se los ve tan bien, tan felices, tan fuertes, tan seguros!!!! Y recuerdo en la segunda evaluación que me hicieron  cuando me llamaron para decirme que no vaya, que no era conveniente ni siquiera empezar la vinculación porque los chicos no iban a querer mudarse tan lejos, porque habían establecido vínculos muy fuertes en sus años de institucionalización, porque necesitaban una figura paterna y porque  el tratamiento psicológico que estaba haciendo uno de ellos no podía cortarse y empezar de nuevo con otro profesional. Y aquí estamos, jugando y pienso… en cuántas otras cuestiones pudo haberse cambiado la vida de otras personas que no dejan de extrañar.

2 comentarios:

  1. Es cierto, cuántos corazones deben estar esperando un vínculo que quizá no era necesario que se planee tanto!!!!!!!!!

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