Cuando tenía 5 años me dijo: “sabés
desde cuándo te esperaba? Desde que era chiquitita”. Hace unos días me preguntó si podía pasar que vuelva a un hogar y le
busquen otra mamá. Le aseguré que no. igual volvieron las pesadillas, que nos
separan, que este gran deseo de vivir aquí juntos, no se cumple.
Cada día de su vida lo vive la
máximo, como si no pudiera guardar nada para mañana. Está contenta con sus
dientes nuevos que asoman muy despacio. Sólo quiere hacer slime y enchastrarse
las manos con todo. Sabe las tablas y emplea estrategias matemáticas bastante
complejas. Prepara sus outfin para cada ocasión. No le gusta el color rosa ni
atarse el pelo. Ama con todas sus fuerzas a sus amigos.
Es imposible, con esta
descripción, adivinar su edad. Tiene los años que tiene el
amor más puro del universo. Pero todavía
duda.
Cumple 9 hoy, sí. Pero desde que
era chiquitita le prometieron una familia. Hace tres años y medio aparecí yo
para sumarme a esa promesa. Sin embargo, todavía no lo somos legalmente. (quien
quiera llamarlo burocracia, que lo haga, ya no se lo cuestiono).
Hoy no deseo que sea feliz,
porque ya lo es. No le prometo estar a su lado siempre, porque lo sabe. No
deseo que se le cumplan todos sus deseos, porque sin deseos la vida sería
aburrida. Sólo espero que pronto esté segura de que éste es su lugarcito para
siempre, para toda la vida.
Chin chin! Hoy brindo por ella
y su eterna sonrisa a pesar de la in-justicia.
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