sábado, 29 de diciembre de 2012

Recalculando...

Más de dos años pasaron de todo aquello que escribí.
Compré esa casa, mi casa, esta casa desde donde estoy escribiendo, con una mezcla de alegría y amargura por cierta medida que cierto gobierno hizo sin tener en cuenta a los que quedamos en el medio. Pero como dije en algún momento,después de pelearlo hasta donde nadie pudo, después de golpear todas las puertas oficiales, después de ir, llevar y traer todo tipo de papel, salí de esto gracias a mis amigos.

Unas semanas antes de las elecciones de 1983, primeras elecciones después de 7 años de dictadura militar, yo tenía 14 años. Era una adolescente bastante tranquila, que tocaba el piano y se llevaba todas las materias. Incómoda en un grupo de chicos estudiosos y acartonados. No sabía de modas ni de estilos de ropa ni de música. Tenía una amiga nueva que era mi vecina y mi amiga de la primaria, amiga de la vida.
No salía a ningún lado, más que a dar una vuelta por el barrio y a la plaza. No me interesaba la ropa ni los bailes. En definitiva, no le hacía pedidos a mis padres ni de salidas, ni de plata, ni de cosas.

Una mañana, cuando salía del colegio, me dieron un volante. Era un anuncio de una marcha de estudiantes secundarios reclamando: boleto estudiantil, reabrir mesas de exámenes en julio y alguna otra cosa que no recuerdo. Me llamó mucho la atención y me gustó la idea. No sé por qué se me puso en la cabeza que yo tenía que ir, que era justo lo que se estaba pidiendo. Pero sabía que no me iban a dejar ir.

Le dije a Tamara, mi amiga de la vida, y ella me dijo: VAMOS! Sólo faltaba que me den permiso a mí.
Creo que fue la primera vez en la vida que pensé eso de "el no ya lo tengo...voy por el sí".
Con mucha cautela encaré a mi papá. Yo no sabía de "posiciones políticas", no sabía ni entendía nada.
_Papi, yo sé que me vas a decir que no, pero igual te quiero pedir permiso para ir a un lugar_.
Se lo veía sorprendido, me imagino que sorprendido de que yo quisiera ir a algún lado.
Tengo la imagen de él, tirado en la cama, leyendo un libro. Cuando le expliqué, cerró el libro, me miró de una manera muy especial que me es muy difícil de describir, y me dijo: SÍ. Así de simple. Yo le dije gracias y muy contenta me fui a hablar por teléfono con Tamara para avisarle que en dos horas salíamos para la que fue, mi primer marcha.
Cuando corté, veo a mi papá que había dejado de leer el libro y pasaba para la cocina. Tenía una sonrisa gigante que yo no entendía, pero menos entendí por qué, al pasar por al lado mío, me acarició la cabeza.

 Recordando ese gesto , hoy remonto este blog, esta historia, este proyecto...
Porque ahora soy yo la que decido. Porque está comprobado que no hay hacha que pueda tirar abajo mis raíces y porque él,sigue estando en algún lugar...esperándome.
No, no y no.  No me han vencido!

11 comentarios:

  1. Me gusta ser el primer comentario de éste nuevo comienzo. Muy bien !!!!!! ya diste el primer pasito, subiste el primer escalón !!! Y con el recuerdo de don César... más lindo todavía !!!!

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  2. y la que escribe soy yo Ale Adjamian. Pero como no tengo cuenta Gmail (o no me acuerdo) lo mandé asi. Besos !!!!!!!!!!

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  3. Y hablando de primer paso... hoy es 29 de diciembre... y Lu... dió su PRIMER PASO, un día como hoy pero de 2003 !!!!!!!!!!

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  4. Ana, cuánto me alegro de que hayas reabierto este blog. Lo releí... largue todo eso, m'hija que estamos para recibirle las escrituras con tanta carne y tanta sangre. Besos loquita.

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  5. AMIGA !!!
    SIEMPRE UN GUSTO LEERTE ...
    CUANTA EMOCION !!!
    APLAUDO ESTE REGRESO ...
    TE QUIERO !!! MIL BESITOSSSSSSSSS

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  6. Dale Ana, tu puedes y lo vas a lograr!!!

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  7. Qué lindo leerte, Nani!
    Volveré a pasar!

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